¡Qué bueno que has tomado la decisión de trabajar en tener tu propio huerto! Lo que sigue es pasar de la decisión a la acción, y esto puede ser tan sencillo como empezar sembrando tu primera planta o un poco más elaborado y planificado, incluyendo otros pasos para los cuales deberás tomar algunas decisiones.

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¿Donde Sembrar?

Una de las primeras decisiones es donde ubicarás tu huerto y qué cantidad de espacio vas a destinar al mismo. Aunque el área con que cuentes sea pequeña, siempre hay opciones para aprovechar al máximo cada pedacito de espacio. Importante es que el lugar que destines reciba luz del sol (puede ser directa o indirecta) y que no te resulte complicado regaar las plantas.

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¿Qué sembrar?

La primera respuesta sería sembrar lo que te gusta y tiene sentido, sin embargo, debes considerar, por ejemplo, que algunas hortailizas requieren más espacio que otras o que el tiempo entre siembra y cosecha lo consideres muy largo.

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¿En qué sembrar?

Esto depende de tus intenciones. Puedes optar por comprar recipientes especiales y que tienen una mejor apariencia (depende de dónde los vas a colocar) o puedes hacerlo de manera muy económica aprovechando y reutilizando un sinnúmero de envases que estén a tu alcance. Si tienes espacio en el patio, puedes optar por sembrar directamente en la tierra o puedes utilizar una cama de cultivo. Si tienes poco espacio, como es el caso de un apartamento, es recomendable ututilizar.

Algo que vas a necesitar y que es imprescindible para tu huerto es el sustrato. Haz clic aquí para darte algunas ideas de cómo prepararlos.

Ahora que has decidido el lugar, lo que vas a sembrar y en qué vas a sembrar, el siguiente paso es hacer un semillero. Haz clic aquí para mostrarte cómo.