Para tener un huerto saludable, debes darle mantenimiento. Es decir, proporcionarle algunos cuidados que harán una gran diferencia en el crecimiento de tus plantas.

No te tomará mucho tiempo esa supervisión diaria que te va a dar una idea del estado de salud de tu cultivo. Es importante regar tu cultivo, lo mismo que deshacerte de las malezas que puedan crecer en él.

Aprovecha para ver:

  • El color de las hojas.
  • La firmeza del tallo.
  • la forma de las hojas.

Cualquier cambio es señal de que a la planta le hace falta algún nutriente, ha contraído alguna enfermedad, está siendo atacada por una plaga o que no está recibiendo del ambiente las condiciones que requiere para crecer.

Las hojas que cambian de color inesperadamente, pueden ser un signo de enfermedad o ausencia de algún nutriente.

Si las hojas se ponen amarillas o tienen un tono más claro del habirual, podría tratarse de falta de calcio o nitrógeno

Un tallo blando o demasiado aguado es caracteristico de que la tierra está demasiado húmeda. Si la planta está caida y no hay signos de que el suelo está demasiado humedo, puede ser que la planta este recibiendo más luz de la que puede tolerar. Pero si la planta dobla su tallo al crecer en dirección hacia la luz, es indicativo de que está recibiendo poca iluminación.

Si notas que las hojas se ven retorcidas, enrolladas o con protuberancias extrañas, podría indicar la presencia de una enfermedad.

Manchas blancas, negras u otras decoloraciones anormales en las hojas podrían ser síntomas de una infección fúngica.

Si una planta parece marchitarse rápidamente a pesar de recibir agua adecuada, podría estar sufriendo de una enfermedad del sistema radicular.